sábado, 26 de marzo de 2011

Hacia la democracia digital

- Jueves 24 de marzo.- Sesión teórica.



Ahora y siempre la información sigue siendo poder y, por lo tanto, el periodismo sigue siendo fundamental en el desarrollo de la democracia.

Los ciudadanos son el primer elemento de este sistema democrático. Su capacidad para entrar en contacto con los tres tipos de poderes, es necesario que se realice a través de intermediarios como los medios de comunicación, los partidos políticos y los movimientos sociales. De esta manera se consigue un contacto directo entre los ciudadanos y la esfera de poder.

Sin embargo, nos encontramos ante una triple crisis de la democracia representativa: es la mercantilización de la comunicación política democrática. Ésta crisis se deja ver en:

  • Déficit democrático: los partidos cada vez están más distanciados de aquellos de quienes reciben los votos.
  • Democracia centrada en los medios: tendencia a dar más peso a los personajes por encima de los hechos, sobre todo cuando hablamos de comunicación política, es decir, se da más peso al político de turno que a su ideario. Se habla en este sentido de la profesionalización de las fuentes, es decir, que la información se haga desde fuera de los medios, razón por la cual los que no están profesionalizados tiene más dificultades a aparecer. Así, la vida política se concibe asumiendo que lo bueno y lo malo será lo que quede retratado en la televisión. Eso es lo que Dalhgreen llama democracia centrada en los medio.
  • Malestar ciudadano: abstención de voto, es una de las formas donde se refleja el malestar que sienten los ciudadanos hacia una política estancada en una crisis de representación.
La democracia representativa invita a pensar en un ideal democrático en el que los ciudadanos están en contacto directo con los poderes políticos. Este ideal democrático no coincide, sin embargo, en acercarnos a la democracia directa, pero sí en ver qué cambios se pueden establecer en la forma en la cual los ciudadanos se ponen en contacto con los poderes, hablamos de una remediación.

Con Internet se están desarrollando otras muchas vías para acercarse a los ciudadanos, se están replanteando y renovando las formas de conexión entre partidos políticos y ciudadanos. Se tiende a que los ciudadanos puedan ponerse en contacto, sin pasar por los medios de comunicación, con los políticos empleando una serie de herramientas que pone a disposición y facilita el desarrollo de Internet. Vamos hacia un sistema de democracia digital.


Por ejemplo,  hoy no necesitas entrar en un medio para enterarte de lo que pasa en el Ayuntamiento o en el Congreso de los Diputados, basta con que accedas a su página web y obtendrás la información de manera más directa. Además, puedes ponerte en contacto con los políticos a través del correo electrónico y puedes saber de sus intereses y su perfil a través de la información que ellos mismos ponen en la Red sin necesidad de limitarnos al perfil que ofrecen los medios de comunicación.

En este punto tenemos que tener en cuenta que la tecnología no es la que activa a la gente si no que a través de ella la gente se organiza de una forma y no de otra.  No podemos pensar que la tecnología es la clave de todos los cambios que aparecen día a día, aunque puede configurarse como una herramienta valiosa para canalizar esos cambios. Por ejemplo: el sms no sirve para movilizar a la gente si bien en el contexto del 13M fue una herramienta que se empleó y ayudó a la movilización de la gente. Sin embargo el sms no fue quien generó la motivación y la acción.

Tenemos que dejar atrás la creencia de que la gente se moviliza y se levanta porque tiene una herramienta que antes no tenía. Internet nunca va a ser lo que motive a la gente para interesarse sobre ciertos temas, lo que te da la tecnología es la facilidad de que una vez que la gente está motivada actúe.

Proyecto Democracia Digital de la Fundación El País Digital:


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