sábado, 12 de febrero de 2011

Control y descontrol en la Red

El viernes 21 de enero tuvo lugar la primera clase práctica de la asignatura y con ella el primer debate sobre las lecturas de la semana (véanse en el apartado “Mis lecturas”).

Antes de comenzar se realizó un pequeño juego cuya pieza fundamental fue la comunicación. Un compañero de clase tenía que describir una figura representada en un papel y el resto debía dibujarla según las instrucciones. El resultado es la imagen de inicio de esta entrada. Con esto se pretende hacer ver la importancia que tiene seleccionar las palabras idóneas a la hora de dar indicaciones para que tu mensaje sea recibido correctamente.

Tras esta pequeña toma de contacto, comenzó el debate, que giró en torno a los límites de Internet, el control y la censura en la Red.

Pensar en CENSURA es pensar en Gobiernos autoritarios que ejercer presión sobre sus ciudadanos y ponen barreras a sus libertades. En la era digital esto no ha cambiado, traspasándose estos impedimentos a Internet. Gobiernos como China, Birmania, Cuba e Irán frenan las libertades en Internet, el acceso a la Red y el desarrollo de infraestructuras digitales que permitan a sus ciudadanos expresarse libremente. La persecución de ciberperiodistas y bloggeros intenta impedir que se muestren fuera de las fronteras las injusticias que llevan a cabo estos regímenes, coartando así la libertad de expresión y el derecho a la información. De igual forma, se termina con la privacidad al leerse correos personales y páginas protegidas (La red espía tus movimientos).
Pero, ¿este CONTROL sólo se ejerce en las dictaduras?
Incluso en las democracias donde los ciudadanos parecen disfrutar de mayores libertades, encontramos prácticas de control para evitar que se sepa ciertas cosas que por alguna razón no interesa, véase el caso de Wikileaks.
Países democráticos como EEUU pueden rastrear la información de los usuarios de la Red si sus investigaciones así lo requieren. Todo esto a espaldas de los cibernautas, a quienes, en ningún momento, se les da a conocer que van a ser investigados. Y es que, no se necesitan órdenes judiciales para obtener datos personales registrados en Internet o interceptar un correo electrónico, como sí es necesario para hacerlo con el ordinario. (La petición por EEUU a Twitter de datos privados sobre Wikileaks afecta a los derechos de los ciudadanos). El problema viene del nacimiento de Internet y su entorno como un espacio de libertad de expresión sin normas firmes que lo regulen.

Para saber más sobre la censura en la Red puedes leer este estudio: Censura en la Red: restricciones a la libertad de expresión en Internet.

Veamos la realidad contraria, el DESCONTROL.
El control está a la orden del día con el cierre de blogs, páginas web, así como con la creación de leyes sobre los contenidos de Internet (la famosa Ley Sinde). Esto, que parece un exceso, confronta con una carencia de control sobre la información personal que puede encontrarse en la Red. Las personas deben contar con los sistemas y herramientas pertinentes para poder defenderse si consideran que su imagen y su intimidad están siendo dañadas con ciertas informaciones alojadas en Internet. La memoria digital no ha de convertirse en algo perpetuo. Es decir, que una multa impuesta hace 10 años es un suceso que ocurrió en su momento, pero tu nombre no tiene por qué aparecer, en buscadores como Google, asociado a ese hecho. (Quiero que Internet se olvide de mí).
En cuanto a la responsabilidad de estos contenidos no hay que atribuírsela a los gestores de información, sino a sus editores y creadores. Si bien es cierto que la gran difusión de Internet, y el mal hacer de los usuarios, hace imprescindible que gestores como Google establezcan un filtro para evitar que contenidos que violen los derechos de los ciudadanos sean puestos en circulación.
Así mismo, el desconocimiento de los usuarios les pone en peligro en numerosas ocasiones, pues comparten información personal con gente desconocida o realizan actividades de registro sin saber las condiciones que éstas conllevan.
Hablando de este desconocimiento, volveremos a los EEUU, donde empresas como Twitter o Facebook, aplican la jurisdicción estadounidense a todos sus usuarios. Los problemas surgen cuando usuarios de distinta nacionalidad a la norteamericana tienen que defenderse en un país que no es el suyo y en el no cuentan con sus propias leyes ni con el amparo de un ciudadano estadounidense. Esta situación, podría evitarse siempre que los cibernautas estuvieran al corriente de las políticas de estas empresas, momento en el que tendrán que decidir si les compensa o no.


Para finalizar, daremos unas pinceladas a la NEUTRALIDAD en la Red.
Este término es uno de los principios básicos sobre los que nació Internet, donde los contenidos de cualquier persona o empresa pequeña han de tener las mismas oportunidades que los de las grandes empresas. Se trata de que las empresas que ponen las infraestructuras, proveedores de Internet como Telefónica, no pueden inmiscuirse en lo que circula por Inernet, otorgando las mismas oportunidades a todos los contenidos.
La censura es una de las causas de la pérdida de esta neutralidad y si ésta se pierde, difícilmente se podrá mantener un clima de igualdad y libertad de expresión en Internet.

Este artículo de "El País" explica la neutralidad de la Red.

Una explicación gráfica y sencilla sobre la Neutralidad de la Red:

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