lunes, 14 de febrero de 2011

No todo es tan nuevo como creemos...

- Jueves 27 de enero 2011- Sesión teórica

La clase de hoy no podía comenzar de otra manera que no fuera con la polémica de la Ley Sinde, una regulación que se torna impopular y que pone en entredicho la democracia digital. Hasta el acuerdo de esta ley, apoyada en el Senado por PSOE, PP y CIU, se ha producido un largo debate del que ha tomado parte la Academia del Cine español, a la cabeza de la cual se encuentra el cineasta Alex de la Iglesia, quien ha intentado mediar entre las partes implicadas (internautas, creadores, industrias cinematográficas y Gobierno), a fin de llegar a un acuerdo. Sin embargo, todos sus esfuerzos se han visto frustrados y su debate ha quedado marginado, razón que ha motivado la decisión de dimitir de su cargo. Alex de la Iglesia, manifiesta que "esta ley confronta a creadores e internautas, algo que no conviene a nadie" y destaca que hay otras formas de llegar a un consenso para dar solución al problema.

Si quieres saber más sobre la decisión del cineasta…

Declaraciones de Alex de la Iglesia

Decisión de Alex de la Iglesia

Encuentro entre creadores e internautas. Interesantes declaraciones de expertos

Que la tecnología tiene un peso importante en los procesos de digitalización es una realidad pero, esa sensación de que todo lo que nos rodea es nuevo ¿hasta dónde es cierta?

Vivimos en un clima con una alta convergencia tecnológica, pero esta práctica no ha nacido de la mano de Internet. Si por convergencia entendemos la integración de distintas tecnologías para mejorar algún aspecto en concreto, Gutenberg ya trajo al mundo del periodismo esta situación. Valiéndose de sus conocimientos de orfebre, de sus saberes sobre tintas y de una prensa de vino consiguió producir texto en serie, de forma rápida y con una alta calidad. Hoy, esta convergencia ha cambiado la forma de hacer periodismo, desde la búsqueda hasta la producción de contenidos, como explican Ramón Salaverría y José Alberto García Avilés en La convergencia en los medios de comunicación: retos para el periodismo.

Si bien esta tendencia viene de la mano de la convergencia empresarial desarrollada desde los años 70, la globalización no es tampoco un concepto moderno, pues allá por los años 80 ya comenzaban a apuntarse síntomas de desregulación con la liberación de los mercados.
Esto nos lleva a pensar que estamos ante la “tiranía de la comunicación”, de Ignacio Ramonet. Lo que quiere decir que la esfera de la comunicación invade otros entornos e introduce la falsa creencia de que ver es comprender. Aquí es donde comienza la crisis que esta profesión se está labrando. El modelo de negocios de hoy en día toma la información como una mera mercancía, vela por el abaratamiento de los costes y la producción rápida de noticias. Así, la instantaneidad de la información lleva consigo una pérdida de funciones profesiones dejándose de lado esa actitud mediadora del periodista, perdiéndose la capacidad de interpretar y empobreciendo así las informaciones.

Fragmento del libro "Tiranía de la comunicación", de Ignacio Ramonet que refleja lo expuesto anteriormente:

" Muchos ciudadanos estiman que, confortablemente instalados en el sofá de su salón, mirando en la pequeña pantalla una sensacional cascada de acontecimientos a base de imágenes fuertes, violentas y espectaculares, pueden informarse con seriedad. Error mayúsculo. Por tres razones: la primera, porque el periodismo televisivo, estructurado como una ficción, no está hecho para informar sino para distraer; en segundo lugar porque la sucesión rápida de noticias breves y fragmentadas (una veintena por cada telediario produce un doble efecto negativo de sobreinformación y desinformación; y finalmente, porque querer informarse sin esfuerzo es una ilusión más acorde con el mito publicitario que con la movilización cívica. Informarse cuesta y es a ese precio al que el ciudadano adquiere el derecho a participar inteligentemente en la vida democrática."


¿Qué papel juega la tecnología en estos cambios y en esta crisis?

A la tecnología hay que atribuirle la importancia que se merece, ni es la causante de todos los males, ni la solución a todos los problemas.

La tecnología no surge de la nada, su nacimiento siempre viene acompañado de una serie de necesidades a las que hay que dar respuesta. Así, hay un entorno socio-económico que la requiere y una vez que surge puede tomar distintos caminos dependiendo del uso que se le dé.

La digitalización, como proceso tecnológico que es, no supone una revolución, ya que ésta mantiene más que nunca las bases del sistema capitalista.
Cabe hablar aquí de la última conquista de la humanidad, el tercer entorno (como aproximación a la idea de Javier Echevarría) que se produce tras los otros dos entornos, a saber: sedentarización y urbanización. Este “nuevo” entorno no supone una ruptura y por consiguiente el nacimiento de algo nuevo. Seguimos viviendo inmersos en la urbanización, aunque tenemos en mente un ciberespacio donde lejos de producirse fórmulas nuevas se reproducen constantemente las lógicas que marcan el día a día de nuestra sociedad.

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