jueves, 17 de febrero de 2011

Canibalismo pacífico


- Viernes 11 de febrero - Sesión práctica.


Nuestra lengua quizá sea una de las más ricas en cuanto a vocabulario se refiere pero, ¿cuántas veces nos hemos parado a pensar en la evolución que han sufrido los distintos términos que empleamos a diario para referirnos a las cosas que nos rodean? El periodismo en la Red no ha sufrido cambios sólo en sus prácticas, veamos cómo ha evolucionado la forma de nombrar esta nueva vertiente de la profesión periodística.

Periodismo electrónico fue el primer término al que se recurrió para definir la aplicación de esta profesión comunicativa en Internet. Éste sólo tenía en cuenta la clase de soporte de difusión que se empleaba, sin embargo, bajo este nombre ya se aludía con anterioridad al periodismo de radio y televisión, pues ambos pertenecen a la familia de los medios electrónicos. Desechada esta primera nomenclatura, se adopta periodismo digital como nombre para esta forma de elaboración y difusión de informaciones. Pero los problemas vuelven a surgir y es que hoy en día incluso el periodismo tradicional se desarrolla a través de medios digitales tan comunes como los ordenadores, así pues, esta manera de designarlo también queda anticuada. Finalmente nace el término periodismo on-line, un periodismo que se distribuye por la Red, un periodismo pensado y elaborado para la Web.

Hablemos ahora sobre la irrupción en el panorama informativo actual de estos medios que responden a las fórmulas del periodismo on-line, tema sobre el que ha girado el debate de este día.

Hay quien defiende que los medios digitales han surgido para terminar con el periodismo tradicional. Éstos, por su parte, ante la “amenaza” que suponen los medios alojados en Internet, han intentado frenar su desarrollo generando una serie de barreras, cuya pretensión no era otra que hacer del mercado de la información un lugar hermético donde no hubiera lugar para nadie más.

Sin embargo, lejos de apoyar la teoría del “canibalismo”, soy partidaria de que las nuevas formas digitales no surgen con una intención sustitutiva, ni siquiera, con el objetivo de producir una metamorfosis, en, por ejemplo, los periódicos impresos. Mi postura está del lado de la complementariedad, es decir, defiendo un entorno donde los medios digitales sirven de apoyo a los tradicionales y viceversa. Podríamos hablar de la mediamorfosis, una teoría que defiende la aparición de estos nuevos medios como una forma de despertar las formas tradicionales y hacerles evolucionar para adaptarse al entorno del ciberespacio, donde las posibilidades de comunicación se multiplican, algo de lo que periódicos, radios y televisiones ya se están beneficiando. Así, vemos como los medios digitales no surgen de manera espontánea, pues estos mismos a los que se les atribuye parte de la culpa de la crisis del periodismo tradicional, nacen de ellos. Algo que podemos comprobar con la comparación entre la estructura de la portada de un periódico impreso y la del mismo en su edición on-line cuyas diferencias no son numerosas.

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